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domingo, 25 de abril de 2021

Hablemos de Caligrafía Oriental

 

En el mundo de las artes marciales, no es poco común entrar a una escuela adornada con estos caracteres que son elegantes y muy llamativos para algunas personas; de igual manera vemos a mucha gente portar uniformes y cintas (o cinturones) con escritura china o japonesa.  La caligrafía china es el arte de la escritura con tinta y tiene más de dos mil años de historia.

 

Se dice que la belleza de los caracteres chinos muestra la energía interior (Qi) del calígrafo, fluyendo a través del movimiento del pincel, el gesto de la mano, la forma del trazo y la tinta. Cada trazo es un recorrido más allá de lo estético, pasando por lo técnico y filosófico, hasta llegar a lo espiritual. La práctica y el aprendizaje del arte de la caligrafía permite disfrutar de una profunda sensación de tranquilidad y paz interior. También nos deja importanes lecciones como la fluidez el carácter y la seguridad con la que se debe ejecutar cada trazo, sin olvidar el compromiso de que una vez hayamos tocado el papel con el pincel y la tinta iniciado un trazo, debemos llegar hasta su culminación;

 

Cuando los practicantes de artes marciales aprenden caligrafía, encuentran similitudes con el movimiento. Para un calígrafo el movimiento de la espada y su sutileza es una fuente de inspiración. No podemos olvidar que la escritura es tan poderosa como cualquier arma. Para un maestro de artes marciales, la caligrafía equivale a la destreza de la espada reflejada sobre el papel.

 

Al igual que el origen de las artes marciales chinas, la invención de los caracteres chinos se atribuye a una leyenda de la antigua China conocida, pero que no está registrada como un dato histórico. Según la leyenda el Emperador Amarillo (igualmente figura mitológica China que se supone habría reinado entre el 2698- 2598 a.C.) descontento con el método de información de grabación, encarga la tarea de crear los caracteres para la escritura a un personaje llamado Cang Jie. (esto me hace pensar en la similitud del nombre dado por la escritura japonesa a los caracteres derivados de los chinos – kanji)

 

Cuenta la leyenda que Cang Jie prestó atención a las características de la naturaleza que le rodeaba para hacer una larga lista de caracteres presentándole al Emperador un sistema completo de escritura.  Este sistema de caracteres se transmitiría y enseñaría a cada una de las nueve provincias.

 

No es necesario que los artistas marciales sepan caligrafía china o japonesa, no es necesario que hablen esos idiomas, no es necesario que adopten todas las costumbres o la cultura de esos países, pero si es importante que conozcamos un poco acerca de las raíces de los sistemas, estilos o artes que practiquemos; por ejemplo, podemos aprender a tocar un instrumento de oído y ser muy buenos en ello, pero para poder decir que somos músicos deberíamos aprender a leer la música y para ello es necesario que comprendamos su nomenclatura, de igual manera, podemos ser hábiles para dibujar pero si no conocemos las técnicas apropiadas no podemos afirmar que somos pintores.

 

La intención de escribir esta nota es porque en LEMACS enseñamos que el Arte Marcial no es algo que se limite únicamente a la practica de formas de combatir, ni a formas de hacer ejercicio o deporte, el arte marcial va más allá de brincos, gritos, golpes y patadas, es algo que se vuelve parte de nuestra vida en cada una de las diferentes actividades que tenemos, en resumidas cuentas, como siempre lo decimos, es una forma de vivir.