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En países como el nuestro es muy común ver que estas fechas
provocan ciertos hábitos que nos es difícil dejar al inicio del año siguiente. Por
ejemplo, un desorden en los horarios de comida, por no mencionar las dietas, en
lo personal (me confieso) escuché que hay estudios que revelan que las personas
aumentan en promedio siete libras durante las fiestas de fin de año, yo superé
al promedio y subí 10 libras de peso.
El desorden de horarios de descanso es también común, en
especial en los niños, provocando stress en las madres, al llegar los primeros días
de ir a estudiar, la mayoría han pasado dos meses de vacaciones y se han
acostumbrado a la ruptura de sus rutinas, acostándose tarde y levantándose igual,
han sido libres de tareas, de estudio, aun de ir a la escuela de karate.
Pero hábitos como estos que recién han adquirido son difíciles
de olvidar, puesto que crean un cierto grado de comodidad. Sin embargo, también
leí sobre estudios médicos que afirman que la falta de la cantidad apropiada de
horas de sueño, va de la mano con el aumento de peso y otros desordenes de
salud.
Entonces, tenemos como resultado que es de suma importancia
dejar esos hábitos, lo cual es difícil, porque como decía mi abuelita: “lo malo
se aprende con más facilidad que lo bueno”.
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Ahora bien, si dedicamos un tiempo diario a hacer ejercicio,
tendremos como resultado lo que llamo un “autoajuste de nuestro reloj biológico”
que nos permitirá gozar y aprovechar las horas de sueño, ayudándonos a
enfrentar el día con más energía y con una mente más clara. El ejercicio
acompañado de disciplina (disciplina es hacer las cosas bien, porque yo quiero que me
salgan bien y no porque tengo un capataz que me regañe si no lo hago) también
nos ayuda a regular nuestra ingesta de alimentos y por lo tanto a regular los
horarios de apetito, al cual todos, grandes y chicos, seguramente le hemos dado
rienda suelta durante las fiestas de fin de año.
Es muy común que todos, grandes y chicos, nos sintamos
saturados de comida, no queremos comer nada formal, solo un “bocadillo rápido”,
pero si hacemos ejercicio, al sudar y liberarnos de toxinas, entre otras cosas,
regulamos incluso nuestra actividad hormonal, intestinal y aceleramos nuestro
metabolismo.
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Recuerda algo muy importante: NO SE TRATA DE TERMINAR
FATIGADO CADA SESION DE EJERCICIO, la finalidad es sentirnos relajados,
motivados, aliviados de tensión, tonificados.
Mucha gente cree que una buena sesión o clase de ejercicio
es hacer mil sentadillas o abdominales, sudar mucho, al punto de la deshidratación
o la hipoglucemia, pero esa no es la mejor forma de estar saludable, para
estarlo y obtener mejores resultados en menor tiempo, debemos unificar mente y
cuerpo, para que podamos alcanzar esa meta de ser realmente saludables, esto no
es un concepto nuevo, los antiguos griegos lo decían: “mente sana en cuerpo
sano”
Haz ejercicio, ten disciplina y constancia, pero no te
olvides de ejercitar tu mente mientras lo haces, para que tu beneficio sea
mucho mayor. Por eso recomendamos que los niños se incorporen a su clase de
karate antes de empezar el ciclo escolar, inténtalo, te garantizamos que verás
muchos beneficios.
Bendiciones en este 2014, te esperamos a partir del 2 de
enero en Lorenzana’s Kenpo Karate!
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